Washington, DC. Madrugada de martes.
El timbrazo, intenso e incesante, los sacó de la modorra.
Era el teléfono rojo.
Dick y Donald miraron a George. Estaba agotado, tenso. Habían discutido toda la noche.
—Oh, God —se lamentó Donald—. Not now.
George se restregó los ojos. Resopló. No ahora. No justo él.
—George, you must...
—I know, Dicky —interrumpió—. I know. I have to do it.
Levantó el tubo lentamente. Cada instante fue infinito. Respondió sacando fuerzas del pozo donde escondía el alma:
—Pizza Hut, how may I help you?
5 COMENTARIOS:
Que no lo lea el Presi: despues tiene otra excusa, ya que solo le contesta al "wedding organizer" cuando lo reconoce en el identificador
si la ironia es con bush, es muy buena pq el tipo se esconde tras el absurdo (uy, numero equivocado)
y si es con pizza hut, es mejor todavia pq me engaño completamente. yo pense primero q era bush
que es o quien, sr autor?
solita
Soledad: Una vez pedí a un amigo que me explique un chiste. Todavía estoy esperando. Las interpretaciones libres son más divertidas que lo que yo diga.
ja ja
muy buen cuento corto... una postal. velocisimo y grafico. vi toda la situacion en el salon oval... y resultan q son telefonistas de pizza hut... ja ja ja
excelente
garrafa
Garrafa: Divertida imagen la suya.
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Diego